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Encantada Por El Duque
Amanda Mariel
La Srta. Emma Baxter se escondiГі en un carruaje para escapar de su tГo y del barГіn con el que Г©l querГa obligarla a casarse. Ahora se enfrenta a un peligro completamente diferente. La Srta. Emma Baxter se escondiГі en un carruaje para escapar de su tГo y del barГіn con el que Г©l querГa obligarla a casarse. Lo Гєltimo que esperaba era encontrarse con el duque de Radcliffe, Aaron St. John, y su hija de siete aГ±os, Lady Sophia. Ahora se enfrenta a un peligro completamente diferente.
Amanda Mariel
Encantada por el Duque
ENCANTADA POR EL DUQUE
AMANDA MARIEL
Traducido por MARIELA CORDERO
Esta es una obra de ficciГіn. Los nombres, personajes, organizaciones, lugares, eventos e incidentes son producto de la imaginaciГіn de la autora o se utilizan de manera ficticia.
Copyright В© 2017 Amanda Mariel
Todos los derechos reservados
Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, o almacenada en un sistema de recuperaciГіn, o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, electrГіnico, mecГЎnico, fotocopiado, grabado o de otra manera, sin el permiso expreso por escrito del editor.
Publicado por Brook Ridge Press
Por cada padre que ama a un niГ±o porque puede y no porque tiene que hacerlo. Se necesita un corazГіn grande y puro. ВЎSepan que estГЎn haciendo una verdadera diferencia!
TГЌTULOS DE AMANDA MARIEL
La serie Damas y sinvergГјenzas
Intentos escandalosos
Intenciones escandalosas
RedenciГіn escandalosa
Escandaloso patito feo
PrГіximamente en la serie Damas y SinvergГјenzas
Enlace escandaloso
Serie Amores Legendarios
Encantada por el Conde
Cautivada por el CapitГЎn
Seducido por Lady Elianna
Encantada por el Duque
La serie de Lady Archer's Creed
Theodora (Christina McKnight escribiendo con Amanda Mariel)
Georgina (Amanda Mariel escribiendo con Christina McKnight)
Adeline (Christina McKnight escribiendo con Amanda Mariel)
PrГіximamente la serie de Lady Archer's Creed
Josephine (Amanda Mariel escribiendo con Christina McKnight)
TГtulos independientes
El legado del amor
PrГіximamente.
MГЎs que una dama
Unidos por un beso
**Estas estГЎn diseГ±adas para que puedan ser independientes**
CГіmo besar a un pГcaro (Amanda Mariel)
Un beso en Navidad (Christina McKnight)
El beso de Navidad de un patito feo (Dawn Brower)
Conjuntos de cajas y antologГas
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PRГ“LOGO
Londres 1812
La Srta. Emma Baxter se detuvo fuera de la oficina de su tГo, incapaz de ignorar las voces que provenГan del interior.
"PagarГЎ su deuda o se enfrentarГЎ a la prisiГіn del deudor". Una ronca voz masculina gritГі.
"Seguramente tengo algo mГЎs que monedas que usted estarГa dispuesto a aceptar", sugiriГі su tГo, el Sr. Silas Powell.
Emma se acercГі sigilosamente y se asomГі por la rendija de la puerta parcialmente abierta. Los cabellos de la nuca se le erizaron. Lord Windham estaba cerca del escritorio de su tГo, sosteniendo un vaso de licor ambarino con su mano fornida.
"Debe abstenerse de apostar si no tiene la capacidad de pagar sus deudas, Baxter".
DeberГa haberlo adivinado. El tГo Silas habГa apostado casi todo lo que tenГan, excepto la casa y algunos adornos que su tГa le habГa confiado antes de morir. Esos, tambiГ©n se habrГan perdido sin duda, si el tГo Silas supiera que ella los poseГa. Г‰l habГa asegurado que en los Гєltimos meses se habГa mantenido alejado de los salones de juego. De todos modos, no le sorprendiГі en lo mГЎs mГnimo escuchar que estaba en aprietos otra vez.
DespuГ©s de todo, era sГіlo cuestiГіn de tiempo para el tГo Silas. Siempre volvГa a caer en la trampa. Su ludopatГa le habГa causado un inmenso dolor a su tГa y probablemente le causГі la muerte. Pobrecita, ella lo habГa amado profundamente a pesar de sus defectos y como consecuencia, se preocupГі en exceso por Г©l y esto destruyГі su salud.
"Puede tomar cualquier cosa que yo posea, Windham. Pida lo que desee y serГЎ suyo".
ВїQuГ© podГa quitarle aparte de la casa? La cantina de su tГo, pensГі ella. Perder cualquiera de las propiedades serГa devastador para ellos. Si Windham se apropiaba de la casa no tendrГan ningГєn refugio y si los despojaba de la cantina no tendrГan ningГєn ingreso.
"Tal vez hay algo que usted posee que me interesa”, dijo Windham frotГЎndose la barbilla mientras ella lo miraba fijamente y sentГa un frГo en el estГіmago. "Miss Emma".
Casi se le escapa un grito. LuchГі para reprimirlo mientras miraba a los hombres. El tГo Silas nunca…
"Hecho", dijo el tГo Silas sin titubear. "SerГЎ suya y podrГЎ hacer con ella lo que le plazca”.
ВЎCГіmo pudo! ВїNo era suficientemente malo que su propio padre la hubiese regalado despuГ©s de la muerte de su madre? Ahora su tГo tenГa la intenciГіn de usarla para pagar su deuda. Ella no lo tolerarГa, asГ que abriГі la puerta de la oficina de un solo golpe y entrГі raudamente. "No puedes entregarme a cualquiera como si fuera un viejo sofГЎ", dijo ella mirando al tГo Silas en forma desafiante.
Los hombres al verla abrieron los ojos de par en par. Windham se recuperó primero y se acercó a ella. "Cálmate, muñeca. Seré un buen marido para ti", dijo extendiendo una mano carnosa y posándola en la parte baja de su espalda. “Te he deseado durante años y prometo no decepcionarte”.
Ella se apartГі de Г©l y se ubicГі en el lado opuesto de la habitaciГіn, pisando con fuerza la gastada alfombra de la oficina. "No me casarГ© con usted, Lord Windham”, luego dirigiГі su atenciГіn al tГo Silas. "No puede obligarme".
El tГo Silas sonreГa con malicia mientras rodeaba su escritorio acercГЎndose a ella. "SГ© razonable, Emma. Lord Windham es un rico barГіn. Un partido mucho mejor de lo que podrГas haber aspirado. Demonios, ni siquiera tienes una dote, pero ahora serГЎs una baronesa".
Ella se puso rГgida. "ВїSe ha preguntado por quГ© un barГіn tan rico querrГa casarse conmigo?" Ella apostarГa que no lo habГa hecho. AdemГЎs, la respuesta no podГa ser el amor verdadero. Las intenciones del barГіn provenГan de la lujuria, en el mejor de los casos. Santo cielo, lo habГa dicho hace un momento. La forma en que la miraba en las raras ocasiones en que estaban en la misma habitaciГіn siempre le daba escalofrГos. La muerte serГa preferible a un matrimonio forzado con el viejo lascivo.
"Sus razones no importan. El hecho es que Lord Windham quiere casarse contigo y vas aceptarlo".
"Claro que no lo harГ©", dijo Emma alzando la voz.
Windham exhibГa una sonrisa lasciva en sus labios regordetes mientras la detallaba y habГa algo oscuro en su mirada. "He anhelado poseerla desde el momento en que la vi por primera vez, Miss Emma. Usted serГЎ la joya de mi baronГa".
El tГo Silas la agarrГі con firmeza por la parte superior del brazo, acercГЎndose tanto que podГa oler el licor en su aliento. “Me debes todos los aГ±os que te he cuidado".
"Nunca pedà estar bajo su cuidado. Fue mi padre él que me abandonó a su cargo”, dijo Emma tratando de contener las lágrimas. "No le debo nada".
Windham se acercГі, poniendo su mano en el hombro de ella, le susurrГі al oГdo, "Cuando seas mi esposa voy domesticarte, cariГ±o".
Ella lo mirГі con desprecio y le dijo: "Nunca. Nunca me casarГ© con usted".
"Nunca me casarГ© con usted. Nadie puede obligarme", le gritГі Emma. Г‰l le pasГі la mano por la espalda hasta llegar a su trasero y se lo apretГі y luego se dirigiГі a la puerta antes de volverse hacia su tГo. "Haga que ella cumpla, Baxter. Si no me caso dentro de tres semanas usted irГЎ a la prisiГіn de los deudores. HarГ© que le envГen un contrato de compromiso matrimonial para que lo firme", dijo Windham lanzГЎndole una sonrisa lasciva antes de despedirse.
Acto seguido su tГo la abofeteГі con fuerza. Ella posГі su propia mano sobre su mejilla adolorida. Su valor se fortificГі y mantuvo su cabeza en alto a modo de desafГo. "Puede hacer lo que quiera, tГo. Pero tenga en cuenta esto: prefiero morir antes que casarme con Lord Windham".
"Siempre fuiste una pobre tonta", dijo su tГo sacГЎndola de la oficina y empujГЎndola hacia las escaleras. "PermanecerГЎs encerrada en tu habitaciГіn y recibirГЎs una sola comida al dГa hasta que entres en razГіn y aceptes a Windham". Ella comenzГі a subir las escaleras con la frente en alto y le dijo: “SerГЎ mejor que se abstenga de enviarme comida .No probarГ© ni un bocado”.
"Solo te haces daГ±o a ti misma. Te casarГЎs con el barГіn quieras o no".
Las pesadas pisadas de su tГo, que resonaban detrГЎs de ella la instaron a caminar mГЎs rГЎpido para refugiarse en su habitaciГіn. No sabГa cГіmo evitarГa este matrimonio, pero no habГa forma de que pudiera casarse con Windham. PensarГa en algo, de alguna manera, escaparГa de las garras del barГіn.
CAPГЌTULO 1
Tres semanas despuГ©s,
La campiГ±a inglesa
Emma miraba por la ventana del carruaje, negГЎndose a mirar a Lord Windham o a su tГo Silas. TenГa que escapar antes de que llegaran a la finca de Windham en Hampshire, pero ВїcГіmo? Y lo mГЎs importante, Вїa dГіnde irГa? Ya tenГan tres dГas viajando desde que abandonaron Londres. Al anochecer, llegarГan a Windham. Un escalofrГo le recorriГі la espalada. El barГіn le causaba repulsiГіn.
Observaba a los dos hombres, sentados frente a ella y se sintiГі aliviada al notar que ninguno de ellos parecГa prestarle atenciГіn. SintiГі escalofrГos al mirar a Windham. No habГa forma de que ella pudiera casarse con Г©l. Escapar era su mayor prioridad, tuviera o no un lugar a donde ir. ВїCГіmo pudo el tГo Silas hacerle algo asГ? ВЎSu propia carne y sangre!
Tal vez deberГa haber huido en la primera pausa de su viaje. Tuvo la oportunidad cuando el tГo Silas y Lord Windham se fueron a la taberna y la dejaron sola en el cuarto de la posada. Los dos regresaron por la madrugada. Desafortunadamente, el miedo la paralizó… pero hoy, sabГa que tenГa tener valor y coraje para escapar de su infausto destino.
Ella tragГі saliva fuerza. "ВїTГo Silas?".
"SГ", dijo Г©l subiendo la cabeza para verla.
Con una sonrisa ensayada Emma le dijo. "Tengo mucha hambre. ВїCuГЎndo podrГamos parar?".
TГo Silas se volviГі hacia Lord Windham. "Se acerca la hora del almuerzo. ВїNos detenemos ahora?".
Emma luchГі contra el impulso de desviar su mirada cuando Lord Windham posГі sus frГos ojos marrones en ella. "Me complace que finalmente hayas decidido ser razonable, querida".
El primer impulso de Emma fue replicar de manera cortante, pero se contuvo. QuerГa decirle que su peticiГіn no tenГa nada que ver con ser razonable, o que la inaniciГіn la habГa forzado a hacerlo, pero eso solo servirГa para levantar sospechas. En cambio, ella simplemente dijo, "Es mi deber".
"Muy bien. Nos detendremos en la prГіxima posada", dijo Lord Windham, y luego golpeГі la ventana con su bastГіn.
El cochero deslizГі el cristal para abrirlo. "ВїSi, mi Lord?".
"DГ©tente en la prГіxima posada. Mientras comemos, deseo que cambies los caballos".
"Hay una justo al final del camino. Llegaremos en unos minutos".
Lord Windham descruzГі sus cortas y fornidas piernas. "Muy bien, apresГєrate", dijo posando sus lujuriosos ojos en Emma. "Mi muГ±eca necesita alimentarse".
Al escuchar esto, Emma se estremeciГі de asco. El cochero cerrГі la ventana y ella sintiГі que el carruaje ganaba velocidad. Se recostГі en el lujoso asiento, con el corazГіn acelerado. Rezaba para sus adentros, pidiГ©ndole a Dios que le permitiera escapar, y que le diera fuerza y paciencia para tolerar a Lord Windham mientras tanto.
Al poco tiempo, el carruaje se balanceГі y luego se detuvo frente a una posada. Emma se sujetГі con sus manos para evitar caerse de su asiento de cuero y terciopelo.
"Te ayudarГ© a salir del carruaje, muГ±eca", le dijo Lord Windham guiГ±ГЎndole un ojo.
Con una sonrisa forzada, ella le respondiГі: "Gracias".
El lacayo colocГі el escalГіn antes de abrir la puerta del carruaje. Emma hizo lo posible por aparentar serenidad mientras los hombres salГan del carruaje. InhalГі profundamente y exhalГі lentamente antes de acercarse a la puerta del carruaje y aceptar el brazo de Lord Windham. La repugnancia la invadiГі cuando Г©l posГі su mano sobre su mano enguantada.
QuerГa gritarle y exigirle que dejara de tocarla. Se le revolviГі el estГіmago y se sentГa muy incГіmoda, pero logrГі contenerse y se obligГі a sГ misma a interpretar el papel de sumisa. Mientras pasaban por la entrada, el ГЎrea de recepciГіn, y el comedor, Emma exploraba con atenciГіn sus alrededores buscando una ruta de escape o quizГЎs un lugar donde esconderse.
HabГa varios rincones oscuros y grandes ventanas cubiertas con cortinas en las que una persona podГa ocultarse. TambiГ©n habГan algunos muebles grandes bajo los cuales podrГa esconderse, e innumerables puertas que daban a las ГЎreas comunes por las que podГa salir corriendo.
Pero, el exterior de la posada parecГa ofrecer las mejores vГas de escape. Un espeso bosquecillo de ГЎrboles rodeaba el edificio en el que sin duda podrГa perderse, o podrГa encontrar un refugio en los establos, oculta bajo un pajar, o escondida en el desvГЎn. AdemГЎs, habГa visto varios caballos y carruajes que pudiera usar para escapar.
Emma examinaba las posibilidades en su mente mientras Lord Windham la conducГa a travГ©s del comedor hasta una pequeГ±a mesa redonda.
Le pasГі su mano carnosa por la espalda, inclinГЎndose hacia ella. "SerГЎs recompensada por tu cambio de actitud". Su aliento rozГі su oreja haciГ©ndola estremecer, pero al menos se abstuvo de acariciarla en esta ocasiГіn.
Emma asintiГі, deseando sentarse pronto. DejГі escapar un suspiro que habГa estado conteniendo mientras aceptaba la silla que Г©l le ofrecГa. Su piel se rebelГі ante el desagradable contacto de Lord Windham. Dudaba que hubiera suficiente agua caliente en toda Inglaterra que la ayudara a sentirse limpia de nuevo.
"Buen dГa". Una mujer mayor, con su pelo gris recogido en un nudo apretado en la base del cuello se acercГі a su mesa. "ВїQuГ© puedo ofrecerles?".
TГo Silas mirГі a Lord Windham y se sintiГі mal. No pudo evitar sentir lГЎstima por su tГo. Aunque el mismo era el culpable de sus problemas financieros, ella entendiГі como le dolГa estar a merced del barГіn.
Si no hubiera sido tan tonto… Ella suspirГі, desviando la mirada. Por mucho que quisiera salvar a su tГo, no podГa, pues no estaba dispuesta a sacrificar su propio bienestar.
"Un par de pintas de su mejor cerveza y tГ© para la dama. Traiga un poco de estofado de carne, pan y mantequilla tambiГ©n," ordenГі Lord Windham. "ВїDeseas algo mГЎs, mi muГ±eca? ВїQuizГЎs un postre?".
Emma se forzГі a mirarlo a los ojos. "No, lo que ha ordenado es mГЎs que suficiente, mi seГ±or"
Г‰l dirigiГі su atenciГіn a la sirvienta. "Eso es todo".
"Enseguida, SeГ±or mГo". La mujer se dio la vuelta y se alejГі.
Lord Windham acercГі su silla a la de Emma, y posГі su mano sobre el muslo de ella.
Ella no pudo luchar contra el impulso de reaccionar, saltando a la invasiГіn antes de recomponerse. Incluso a travГ©s de sus faldas, el contacto de su mano le parecГa repugnante. TragГі saliva con fuerza, concentrГЎndose en su plan.
"Nos casaremos maГ±ana a esta hora. Acabemos con las formalidades. Por favor, llГЎmame LevГtico", dijo Lord Windham dГЎndole una palmadita en el muslo.
ВїSerГЎ que alguno de los huГ©spedes se percatГі de las libertades que se tomaba con ella? Emma cerrГі los ojos, recordГЎndose a sГ misma que tenГa que seguirle la corriente. "Como quieras, Le… LevГtico". Decir su nombre le trajo un mal sabor de boca. "ВїMe disculpan un momento?".
"Claro, pero no te demores, quiero que disfrutes de una buena comida caliente", dijo Lord Windham sonriendo. "NecesitarГЎs mucha energГa maГ±ana". Le apretГі el muslo y luego apartГі su asquerosa mano.
Emma forzГі una dolorosa sonrisa antes de levantarse de su silla. Hizo un gran esfuerzo para levantarse de la silla con gracia, y no salir corriendo como en realidad deseaba. Con su atenciГіn concentrada en la salida, se abriГі camino a travГ©s del abarrotado comedor.
Al llegar a la puerta, atravesГі, y luego cediГі a la necesidad de mirar por encima del hombro. Lord Windham la mirГі desde el otro lado de la habitaciГіn.
SonriГі fugazmente y luego se dirigiГі hacia el salГіn como si fuera a usar el retrete. DespuГ©s de tomar una pausa para recuperar el aliento, dio una vuelta y caminГі rГЎpidamente hacia la salida principal.
Al salir, el brillante sol del mediodГa le encandilГі la vista. Dando un vistazo general a su alrededor, decidiГі dirigirse a los establos. Se esconderГa allГ hasta que decidiera quГ© hacer a continuaciГіn. Ignorando su palpitante corazГіn, caminГі hacia la edificaciГіn.
Emma se detuvo en la entrada del establo. Varias voces provenГan de la gran estructura de madera. ВЎRayos! DebiГі haber sospechado que habrГa gente dentro. Le serГa imposible entrar a hurtadillas sin ser detectada, y ser vista arruinarГa sus planes. Seguramente, alguien la delatarГa en el momento en que Lord Windham y el tГo Silas comenzaran a buscarla.
Sus ojos se iluminaron al ver un carruaje cercano, atado a un poste y tirado por cuatro caballos grises. Emma no podГa adivinar si el carruaje se preparaba para salir, ni sabГa si alguien lo ocupaba, aunque querГa averiguarlo. Mordisqueando su labio inferior, se acercГі a la carroza. Emma miraba a su alrededor, sin estar segura de lo que debГa hacer. Tal vez aventurarse en el bosque serГa lo mejor para ella, aunque estaba segura de que estarГa mГЎs segura en el maletero del carruaje. Una cosa era segura, no podГa quedarse mucho tiempo donde estaba si querГa alejarse de Lord Windham.
Se arrastrГі hasta la parte trasera del carruaje y abriГі el maletero para prepararse para trepar por el costado. Se desanimГі mucho al notar que el compartimiento estaba repleto y no podrГa esconderse ahГ. VolviГі a colocar la tapa hasta su lugar, con el pulso acelerado. ВїQuГ© iba a hacer ahora?
El pГЎnico la inundГі al escuchar la voz del tГo Silas. "Emma. Emma, ВїdГіnde estГЎs?".
Sin pensarlo, recogiГі sus faldas y abriГі la puerta del carruaje. Se esforzГі por cerrar la puerta silenciosamente, tomГі un respiro y se puso una mano en el pecho, cubriendo su corazГіn acelerado.
Gracias a Dios que el carruaje estaba desocupado, pero Вїpor cuГЎnto tiempo? ВїPodrГa implorarle misericordia al dueГ±o del carruaje? Sentada en el suelo, se apoyГі en el asiento del banco y se llevГі las rodillas al pecho. Escapar parecГa imposible, tal vez deberГa aceptar su destino y regresar con el tГo Silas y Lord Windham.
La sola idea le causaba repulsiГіn. No, ella no se rendirГa… no podrГa rendirse. Emma se levantГі, mirando detrГЎs de ella mientras su falda se enganchaba en el banco. Una gran sonrisa iluminГі su cara cuando vio que el asiento podГa levantarse. Gracias al cielo.
LevantГі el asiento y observГі que era un gran compartimento que solo contenГa una pequeГ±a caja y una manta doblada. Sin pensarlo dos veces, Emma entrГі y bajГі el asiento del banco para ocultarse.
No sabГa a donde se dirigirГa el carruaje, ni cuГЎndo partirГa, pero al menos por ahora, estaba a salvo.
CAPГЌTULO 2
Aaron St John, Duque de Radcliff, descorriГі la cortina para mirar por la ventana del carruaje. Llevaba casi diez horas viajando, deteniГ©ndose solo para atender a sus caballos y estirar un poco las piernas. Incluso ahora deseaba salir un rato del carruaje, pero no se detendrГa tan cerca de casa. Deseaba llegar a tiempo para disfrutar de la cena junto a su hija Sophia.
Nunca habГa pasado mucho tiempo lejos de Sophia desde que su madre huyГі. Tras una noche lejos de ella, la extraГ±aba muchГsimo. Su rostro de querubГn sonriente invadiГі su mente y Г©l sonriГі alcanzando el banco opuesto. Una muГ±eca de cabello dorado, del mismo tono que el de Sophia, le llamГі la atenciГіn en una tienda de Londres. En un impulso, Aaron entrГі y la comprГі para ella.
LevantГі la parte superior del banco para buscar la muГ±eca, y quedГі estupefacto. "Maldita sea".
En el compartimento habГa una mujer con los ojos muy abiertos que lo miraba fijamente, tenГa el cabello del mismo tono dorado que acababa de imaginar. Era como si la muГ±eca hubiera cobrado vida en la forma de una mujer de carne y hueso. "ВїQuiГ©n demonios eres tГє? ВїCГіmo has llegado hasta aquГ?".
Ella sentó, sus mejillas se tiñeron rojo. "Yo… no sé por dónde empezar".
Recobrando la compostura, Aaron extendiГі una mano. "Comience por salir de ahГ".
Ella asintiГі, aceptando su oferta y sujetando su cГЎlida mano. AarГіn la ayudГі para que se pusiera de pie, y para que saliera del compartimento. Tan pronto como ella pudo salir, Г©l soltГі su mano, se dio vuelta y cerrГі el banco – dejando la muГ±eca de Sophia en el olvido-. Luego se volviГі hacia la misteriosa mujer. "SiГ©ntese y explГquese de inmediato".
Ella se sentГі, doblando las manos en su regazo mientras Aaron tomaba asiento frente a ella.
"Por favor, acepte mis disculpas por haberle asustado". Se alisГі las faldas. "No era mi tienda de campaГ±a. Se suponГa que nadie debГa descubrirme".
"Fascinante, sigue adelante".
"Soy la Srta. Emma Baxter". Ella desviГі la mirada por unos instantes.
"Encantado de conocerla Srta. Baxter. Puede dirigirse a mГ como Su Gracia".
Emma abriГі de par en par sus ojos violetas, pero luego intentГі disimular su asombro. Claramente no tenГa ni idea de en quГ© carruaje se habГa escondido. Г‰l la examinГі durante un rato, observando sus mejillas hundidas, su piel pГЎlida y su vestido arrugado. ParecГa que habГa pasado por una terrible experiencia. "Ahora explГqueme ВїcГіmo es que llegГі a subirse a mi carruaje?".
La Srta. Baxter desvió su mirada, un intenso rubor apareció en su rostro. “Yo…” Ella respiró y lo miró a los ojos. "No estoy muy segura de cómo explicarlo. La respuesta no es nada simple".
Aaron se frotГі la nuca. "Empiece por el principio y ofrГ©zcame los detalles".
"Bueno, verá, yo estaba…". El carruaje se detuvo y el conductor gritó, cortando sus palabras. "Realmente no es una respuesta sencilla, Su Gracia. Me temo que la explicación será larga".
Г‰l agitГі una mano con desdГ©n. "No importa la razГіn. Mi cochero la llevarГЎ a cualquier lugar". Se puso de pie, y un lacayo abriГі la puerta del carruaje. "Dele indicaciones a mi cochero y siga su camino, Srta. Baxter".
Sus hombros se desplomaron y dijo mirando el techo del carruaje. "Es bastante tarde para viajar".
"Papi, papi, ya estГЎs en casa". Aaron se volviГі hacia la puerta ante la animada voz de Sophia. La Srta. Baxter podГa esperar, por ahora, su hija era todo lo que importaba. Г‰l saliГі del carruaje mientras la niГ±a corrГa hacia Г©l. Г‰l la tomГі en sus brazos haciГ©ndola girar en un cГrculo antes de darle un beso en la mejilla.
"Te he extraГ±ado mucho, papГЎ". Sophia le sonriГі.
Г‰l la abrazГі mГЎs de cerca. "Yo tambiГ©n te extraГ±Г© mucho, muГ±equita".
"ВїMe has traГdo algo?" La atenciГіn de Sophia se centrГі en el carruaje. "ВїQuiГ©n es esa seГ±o-rita, papГЎ?" La niГ±a lo miraba, curiosa y expectante.
Aaron mirГі al carruaje, su mirada se posГі en la mujer que ocupaba la puerta. ВїY si ella representaba un peligro para su hija? Г‰l no sabГa nada de ella, excepto que se habГa colado en su carruaje. Y que habГa llegado a su casa de la manera mГЎs extravagante.
La Srta. Baxter le sonriГі mientras su lacayo la ayudaba a bajarse del carruaje y esto aumentГі su irritaciГіn. ВїRealmente tenГa la intenciГіn de quedarse?
Bajando a Sophia al suelo, Aaron decidiГі que la Srta. Baxter no se quedarГa en su casa. Le dirГa a su chofer que la llevara a donde ella quisiera ir. Con largas zancadas, caminГі de vuelta a travГ©s del camino de piedras.
"Srta. Baxter, me temo que no puede quedarse aquГ. Si es tan amable de volver al carruaje, mi chofer estarГЎ encantado de llevarla a otro lugar".
"Su Gracia, ВїpodrГa comer algo antes de partir? Ha sido un dГa muy largo y estoy hambrienta". Ella echГі un vistazo a la casa y luego lo mirГі a Г©l.
Sophia tirГі de sus faldones antes de que pudiera responder. "PapГЎ, Вїno me presentarГЎs a tu nueva amiga?", ella le sonriГі con la alegrГa que solo un niГ±o podrГa expresar.
Aaron contemplГі el radiante rostro de su hija sin estar seguro de cГіmo debГa proceder. La Srta. Baxter obviamente necesitaba sustento y Sophia estaba mГЎs que entusiasmada por la posibilidad de tener compaГ±Гa.
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